Los frutos de la ciruela contienen de un 75% a un 87% de agua y de un 13% a un 25% de materia seca. El sabor del fruto depende de los azúcares y los ácidos orgánicos. En el fruto de la ciruela prevalece la glucosa, mientras que el contenido de fructosa es menor. Entre los ácidos, sobretodo contiene ácido málico y cítrico. La cantidad total de ácidos orgánicos mencionados, como el ácido málico, va del 0,39 al 2,28%. En un fruto maduro de ciruela el valor de pH oscila entre 3,3 a 3,6. La parte carnosa del fruto de la ciruela contiene hasta un 0,69% de pectinas. Los nitratos conforman desde un 0,6 a un 0,8% de la composición química del fruto (aminoácidos, amidas, compuestos amoniacales y bases nitrogenadas), y un total de minerales del 0,5%. De materias minerales sobretodo contiene potasio (54,59%) y fósforo (17,7%).
En cuanto a las vitaminas en el fruto, las más significativas son la provitamina A, además de las vitaminas B y C. Las clorofilas, carotenoides y antocianinas son las materias colorantes más importantes del fruto de la ciruela. Especialmente son importantes las antocianinas, localizadas en las vacuolas de la epidermis del fruto. Las antocianinas son importantes antioxidantes y como tales, protegen al organismo humano de dolencias cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades degenerativas del envejecimiento.
El procesado de la ciruela mediante el congelado empezó a realizarse hace poco tiempo y durante el proceso la ciruela seccionada en mitades, a mano o a máquina, se congela instantáneamente en túneles de flujo de manera que mantiene todos sus valores alimenticios.